El papa Francisco, en las primeras líneas de “Amoris laetitia”, afirma claramente que “la Iglesia requiere una unidad de doctrina y práctica, pero esto no impide que existan diferentes maneras de interpretar algunos aspectos de la doctrina o algunas consecuencias que surgen de ella”. Y por esa razón, “cada país o región puede buscar soluciones que se inculturen mejor, estando atentos a las tradiciones y retos locales.”
Es de hecho lo que está sucediendo, a los ojos de todos. En cada región, cada diócesis y parroquia se aplica “Amoris Laetitia” según criterios diversos, a veces incluso hasta claramente contrarios entre sí.
Por ejemplo, en Roma, en la diócesis del Papa, el cardenal vicario Agostino Vallini dictaminó que los divorciados y vueltos a casar pueden recibir la comunión, autorizados por el confesor, aunque no vivan “en la continencia”, es decir, como hermano y hermana, “aunque esto sea difícil de practicar para la estabilidad de la pareja”:
Sin embargo, en Florencia, el cardenal Ennio Antonelli, ex presidente del Consejo pontificio para la Familia y estudioso muy respetado de la materia, ha dictado el pasado 8 de octubre, a los sacerdotes de la diócesis – en total acuerdo con el arzobispo del lugar, el cardenal Giuseppe Betori – directivas para la interpretación y aplicación de “Amoris Laetitia” que están en perfecta continuidad con el magisterio de la Iglesia de todos los tiempos, y por lo tanto no permitiendo el acceso a la comunión eucarística de los divorciados vueltos a casar mientras vivan como “marido y mujer”, excepto en el caso muy particular, ya establecido por la teología moral clásica, esto es, “el caso difícil, donde nos encontráramos con dicha falta temporánea junto a un propósito claro de observar la continencia sexual.”
El cardenal Antonelli, de 79 años, es una autoridad en la materia. Fue presidente durante cinco años del Pontificio Consejo para la Familia y también ha acumulado una considerable experiencia pastoral. Fue primero arzobispo de Perugia y luego lo fue de Florencia, así como Secretario durante seis años de la conferencia episcopal italiana. Tiene una sólida formación teológica y pertenece al Movimiento de los Focolares.
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Fuente: http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1351390 (en italiano)