LA CONSAGRACION DE RUSIA y UCRANIA AL INMACULADO CORAZON

LA CONSAGRACION DE RUSIA y UCRANIA AL INMACULADO CORAZON

             El próximo viernes 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación a María y de la Encarnación del Señor, el Papa Francisco consagrará Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María. Responde así, de modo casi inmediato, a una solicitud elevada por los obispos católicos de rito latino de Ucrania, que solicitaron, en una carta enviada al Pontífice el pasado 2 de marzo de 2022, que se realizara dicha consagración. En la misiva, pedían que se consagrara Rusia al Inmaculado Corazón, según un expreso pedido de la misma Madre de Dios en Fátima. El Papa decidió incluir a Ucrania en la consagración, dada la actual y dramática situación bélica que se está viviendo.

Esta decisión es más que significativa, en todo sentido. En primer lugar, lo es porque lo pidió la misma Virgen María en Fátima. En efecto, “en la aparición del 13 de julio de 1917 en Fátima, Nuestra Señora pidió la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón, afirmando que, si no se concedía esta petición, Rusia extendería “sus errores por todo el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia”. “Los buenos -añadió- serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán destruidas”.[1]

  1. Los diferentes actos de consagración

Después de las apariciones de Fátima hubo varios actos de consagración al Corazón Inmaculado de María: el papa Pío XII, el 31 de octubre de 1942, consagró el mundo entero y el 7 de julio de 1952 consagró los pueblos de Rusia al Corazón Inmaculado de María en la Carta Apostólica Sacro vergente anno”.[2]

El 21 de noviembre de 1964, Pablo VI renovó la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado en presencia de los Padres del Concilio Vaticano II. El Papa Juan Pablo II compuso una oración para lo que llamó un “Acto de Encomienda”, que se celebraría en la Basílica de Santa María la Mayor el 7 de junio de 1981, solemnidad de Pentecostés. Hay que recordar que el papa polaco sufrió el terrible atentado que podría haber acabado con su vida, el 13 de mayo de aquel mismo año. Existe un testimonio citado por un vaticanista, que afirma que el Papa, estando aún en el hospital en recuperación, confió a un obispo amigo, Pavel Hnilca, lo siguiente: «He comprendido que es necesario salvar a la humanidad de la guerra mundial y del ateísmo militante».[3]

Visitando Fátima al año de aquel atentado, el 13 de mayo de 1982, el Papa repitió el “acto de encomienda”. Ese mismo año, se dice que recibió una carta de Sor Lucía dos Santos, del carmelo de Coímbra y la única sobreviviente de las apariciones de Fátima, que explicaba al Santo Padre la urgencia de la consagración pedida.

San Juan Pablo II consagra el mundo al Inmaculado Corazón de María el 25 de marzo de 1984

El 25 de marzo de 1984, el Papa, en la plaza de San Pedro y en unión con todos los obispos del mundo, consagró finalmente el mundo y todos los pueblos al Inmaculado Corazón de María. Existieron varias controversias sobre si las varias consagraciones realizadas por los pontífices anteriores habían cumplido los requisitos pedidos por la Virgen. En una carta escrita en 1989, Sor Lucía confirmó que el Papa San Juan Pablo II había satisfecho el pedido de María para la consagración de Rusia en 1984. En ese momento, Ucrania y Rusia formaban parte de la Unión Soviética.[4] Sor Lucía llegó a decir más, afirmó que dicha “consagración había evitado una guerra atómica que habría estallado en 1985”.[5]

  1. La fuerza de los hechos

Pocos son los que saben que esta amenaza era más que cierta. La tensión entre la NATO (Organización del tratado del Atlántico norte) y la Unión Soviética alcanza su punto culmen entre los años 1983 y 1984, sobre todo a partir de una ejercitación secreta de la primera simulando un ataque nuclear, y que se llamó «Arquero hábil». Los soviéticos respondieron con la llamada «máquina del Apocalipsis», que era un sistema computarizado de respuesta automática, capaz de accionar armas nucleares. En ese momento, Costantin Chernenko regía el destino de la URSS en la práctica, ante la enfermedad del presidente del Soviet Supremo, Jurij Andrópov.

Dos meses después de la consagración hecha por el Papa, exactamente el 13 de mayo de dicho año 1984, se verifica un incidente en la base soviética de Severomorsk, en el Mar de Barents, que deja fuera el uso del potencial militar soviético sobre el teatro occidental. Dicho incidente fue reportado por varios medios occidentales.[6] Además, en los primeros meses de 1985 (10 de marzo) muere Chernenko y es elegido jefe del Kremlin Mijaíl Gorbachov, quien advierte que es necesario un cambio de política, porque no es posible enfrentar a Occidente en su propio terreno.[7] Gorbachov da inicio a la Perestroika o “apertura”, que se revelará fatal para el régimen soviético, cuya reforma era imposible. Ese paso, junto con otros acontecimientos mundiales, como los fenómenos que se vivieron en Polonia a partir de 1981 y el rol protagonizado por San Juan Pablo II, llevaron a precipitar al comunismo y a todo el bloque soviético. La amenaza de guerra nuclear se había, al menos por el momento, alejado.

Sor Lucía dos Santos, una de las videntes de Fátima y religiosa carmelita, fallecida en 2005.

El Santo Padre Juan Pablo II había elegido el 25 de marzo de 1984 para realizar la consagración al Inmaculado Corazón que fue aceptada por la Virgen María, según Sor Lucía. Es por lo tanto altamente significativo que el Papa Francisco decida realizar esta consagración anunciada, con explícita mención de Rusia y Ucrania, el mismo día 25 de marzo. Todos los privilegios de María Santísima derivan del hecho de haber sido elegida para ser Madre del Verbo Encarnado, decisión que ella aceptó libremente. La solemnidad de la Encarnación, en la Iglesia Católica, se festeja el 25 de marzo. Además, en la tercera parte del tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen de San Luis María Grignion de Montfort, que desarrolla el tema de la consagración a Jesucristo por María en materna esclavitud de amor, se enumera como una de las prácticas externas de dicha devoción la celebración de la solemnidad de la Encarnación, el 25 de marzo. Por todas esas razones la fecha elegida es más que apropiada; es altísimamente conveniente.

  1. Las perspectivas futuras para la Iglesia y el mundo

Si la Providencia de Dios permitió grandes eventos que nos salvaron de una destrucción nuclear en 1984-85, gracias a la consagración hecha por Juan Pablo II, es dable pensar que puede preparar también grandes y providenciales sucesos para la Iglesia y para el mundo, si esta misma consagración es renovada; incluyendo quizás algún privilegio para los pueblos de Rusia y de Ucrania, que serán explícitamente mencionados.

¿Hay algo especial en esta actitud del Santo Padre de querer renovar la consagración del mundo al Inmaculado Corazón, con especial mención de Rusia? Sin duda que llama la atención la rapidez con la cual ha acogido el pedido de los obispos ucranianos. Es también significativo que quiso ligar este acto que se realizará, a toda la tradición de los Papas en relación al reiterado pedido de Fátima mencionado varias veces por Sor Lucía. El hecho que pretenda hacerlo el mismo día en que San Juan Pablo II la hizo, además de las razones aludidas, es un modo de asegurar que la consagración anterior se considera válida y reconocida, opinión que muchos repetidores charlatanes de Fátima no comparten. Pero indica sobre todo un cambio en el modo de expresarse, al menos parcial y momentáneo, del discurso del mismo Santo Padre. Hablar de consagración al Inmaculado Corazón es utilizar un lenguaje en el más puro y sólido estilo católico, bien que a no todos pueda gustar, y su sentido es puramente religioso. Lo mismo si hablamos de conversión, mencionada por el Santo Padre en el Ángelus del 20/3/2022, cuando el evangelio de ese domingo sugería claramente el tema. Y refiriéndose a la guerra de Rusia contra Ucrania, en ese mismo Ángelus, la definió como “una violenta agresión, guerra repugnante, una crueldad deshumana y sacrílega”.[8] La fuerza de dichos términos trae a la memoria los que usaba San Juan Pablo II para referirse a la segunda guerra del Golfo e invasión de Irak, realizadas por el gobierno estadounidense de George W. Bush y el británico de Tony Blair, declarada ilegal por la ONU y llevada a cabo contra toda convención y sentido moral. Es casi un milagro que no hayamos escuchado, en boca del actual Pontífice, términos como “periferia”, “inclusión”, rígidos y compasivos, fariseísmo de los cristianos, y otros. Si hemos escuchado en cambio algunos muy familiares, como misericordia, ha sido en el sentido natural y religioso con el cual siempre lo hemos conocido.

Todo parece indicar que esta guerra terrible ha tomado por sorpresa a todos, empezando por ucranianos y rusos, pero sin excluir tampoco al Sumo Pontífice. ¿Implica esto un cambio de paradigma? ¿Lo ha considerado también él un llamado de atención?, desde el momento en que aquí se ve afectado un país donde existe una buena parte de la población que es católica, como en Ucrania (de ambos ritos, latino y bizantino), además de muchos ortodoxos, especialmente aquellos que se habían independizado del patriarcado de Moscú (y se constituyeron como patriarcado independiente de Kiev). En lenguaje católico, todo sufrimiento es redentor, y todo dolor sirve para purificar las personas, e incluso una nación entera. Cada vez que Ucrania toleró grandes sufrimientos, su identidad se vio reforzada, y su espíritu religioso se hizo aún más fuerte. Quizás sea el caso de pensar que pueda suceder también ahora, de modo particular ante un Occidente que sólo es capaz de presentarse como amante de las riquezas y del éxito momentáneo, y por eso no ha sido capaz de realizar mayores sacrificios para ayudar a Ucrania, aun reconociendo lo injusto de la invasión.

A nivel de Iglesia, occidente no está en mejores condiciones, con una conferencia episcopal como la alemana (aunque no son todos los obispos), que mantiene posiciones completamente alejadas de la Fe católica y se muestra como cada vez más indomable, sufriendo correcciones públicas de parte de otras conferencias episcopales.[9] El Papa Francisco tiene que estar también pensando en ello, según el sentido común permite suponer.

El lenguaje difuso, aguado, ambiguo y confuso, especialmente en la Iglesia, sólo ha sabido dar magros frutos que desembocan en la pérdida de la Fe y en el abandono de Dios por parte de tantas personas, con todas las funestas consecuencias que estamos viviendo, dentro y fuera de la Iglesia. Consagrar el mundo y dos naciones concretas al Inmaculado Corazón de María parece ser algo que va claramente en dirección contraria a dicho proceso disolutivo. Quiera el Señor y su Santísima Madre que esta sea la piedra fundamental de un nuevo y prometedor inicio. Hacemos votos de que así sea.

 

[1] En realidad, en 1917 la Virgen había dicho a los pastores de Fátima que “vendría a pedir la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón”. Dicha petición la realizó formalmente a Sor Lucía en Tuy, Galicia (España), en junio de 1929 (cfr. Memorias de la hermana Lucía I, ed. P. Luis Kondor, SVD, Fátima 200810, 19).

[2] Cfr. https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2022-03/25-marzo-papa-consagrara-rusia-ucrania-inmaculado-corazon-maria.html [consultado el 17/3/2022].

[3] Testimonio traído por A. Tornielli, Fatima, il segreto svelato, Milano 2000, 117 (citado en C. M. Buela, 25 de Marzo de 1984, en Diálogo 52 (dic. 2009), 23).

[4] Cfr. https://www.aciprensa.com/noticias/8-datos-sobre-la-consagracion-de-rusia-y-ucrania-a-la-virgen-que-hara-el-papa-francisco-10315 y https://www.eldebate.com/religion/20220316/fatima-papa-nueva-consagracion-rusia-ucrania-virgen-maria.html [consultadas el 17/3/2022].

[5] La declaración textual está en la entrevista televisiva de Carlos Evaristo, el 11 de octubre de 1992 (durante un encuentro con eclesiásticos portugueses) y fue confirmada, con otras palabras, en Sor Lucia, Il messaggio di Fatima, Milano 2000, 54. También se habla de una aparición secreta a Sor Lucía, en 1984, en el Carmelo de Coímbra, donde la misma Virgen María le agradece la consagración hecha ese mismo año (https://www.blitzquotidiano.it/opinioni/franco-manzitti-opinioni/terzo-segreto-di-fatima-colloqui-di-suor-lucia-col-cardinale-bertone-spettro-islam-2093888/ [consultado el 17/3/2022]).

[6] Ver https://www.globalsecurity.org/military/world/russia/severomorsk.htm [consultado el 17/3/2022]. Otras informaciones en C. Buela, 25 de Marzo, 42 (anexo 3).

[7] Cfr. C. M. Buela, 25 de Marzo de 1984, 27-29.

[8] https://www.vatican.va/content/francesco/it/angelus/2022/documents/20220320-angelus.html

[9] La carta de corrección redactada por los obispos polacos: https://es.zenit.org/2022/02/22/obispos-polacos-corrigen-a-los-alemanes-en-contundente-carta-hecha-publica-traduccion-integra-al-espanol-en-zenit/?eti=3488 y la de la conferencia episcopal escandinava: https://es.zenit.org/2022/03/10/otra-correccion-fraterna-a-los-obispos-alemanes-ahora-de-la-conferencia-episcopal-escandinava/?eti=3746 [ambos consultados el 21/3/2022].

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