¿Cuántas bibliotecas quemaron los cristianos antiguos? No la de Alejandría, y parece que ninguna más. Cómics para niños, películas y libros difunden una leyenda negra sin base histórica. El caso del Serapeum y de Hipatia.
Pablo J. Ginés 26 junio 2018
Fuente: Religión en libertad
En mayo de 2018 empezó a venderse el cómic “Hipatia, la verdad en las matemáticas“, dirigido al público infantil, con guion y dibujo de Jordi Bayarri, y la supervisión de Tayra Lanuza, doctora en historia de la ciencia.
El cómic recoge la historia de la matemática y filósofa neoplatónica Hipatia de Alejandría y el contexto de la ciudad en su época. En las primeras páginas se explica la historia de la destrucción del Serapeum en el año 391 a manos de fanáticos cristianos. No aparece directamente una escena de cristianos quemando libros, pero sí hay lamentos por los libros que ardieron. El cómic no explica con detalle la crueldad de los sublevados paganos, a los que presenta como “filósofos”.
El Serapeum ¿tenía libros en su interior? ¿Estaba dedicado “al saber”?
Sin embargo… ¿había libros en el Serapeum en el año 391? ¿Eran libros de matemáticas o de adivinación? ¿Cuántas bibliotecas paganas quemaron los fanáticos cristianos antiguos?
La realidad es que en los siglos IV – V, con la cristianización del Imperio Romano, no hay constancia de que los cristianos destruyeran bibliotecas (con una sola excepción dudosa que veremos, en Antioquía en el 363) y mucho menos que quemaran libros de filosofía, ciencia o literatura. Y no consta que hubiera libros en el Serapeum.
La revuelta del Serapeum: los hechos
En el año 391 estaba prohibido el culto público pagano en templos, con sacrificios, aunque el nivel de aplicación real de la prohibición variaba de región en región. En un templo pagano abandonado que los cristianos de Alejandría estaban reutilizando para construir una iglesia, encontraron unas dependencias subterráneas con objetos sagrados paganos, quizá ídolos. Los sacaron a la luz y se mofaron de ellos.
El historiador y abogado Sozomeno escribe en su Historia Eclesiástica (libro que empezó a escribir en el año 443) lo que sucedió entonces: “Los paganos, asombrados de que se hiciera tan exposición inesperada, no pudieron soportarla en silencio, sino que conspiraron para atacar a los cristianos. Mataron a muchos de los cristianos, hirieron a otros y tomaron el Serapeum, un templo famoso por su belleza y gran tamaño, en una elevación. Lo convirtieron en una ciudadela temporalmente. Allí mantuvieron presos a muchos cristianos, los torturaron y les obligaban a ofrecer sacrificios. Los que rechazaban hacerlo eran crucificados, les rompían ambas piernas o les mataban de alguna forma cruel”.
Como explica Tim O’Neill en su blog History for Atheists, esta descripción está corroborada por las de otros autores: de hecho, el incidente del Serapeum es de los eventos de la Antigüedad de los que tenemos más documentación.
Recientemente se ha publicado en español el libro «La edad de la penumbra: cómo el cristianismo destruyó el mundo clásico», de la periodista y crítica de arte Catherine Nixey. Nixey, autora militantemente anticristiana, dedica todo un capítulo a la destrucción del Serapeum, pero dejándose mucho detalles importantes. O’Neill señala los elementos que hay que recordar.
Los paganos atrincherados en el Serapeum, según la película “Ágora”
“Filósofos” torturadores, y orgullosos de ello
“Nixey no menciona que la gente que lideraba a esta banda asesina no eran simplemente ‘fieles ofendidos’ sino prominentes filósofos neoplatónicos. Su líder era Olimpio, un neoplatonista de la desafiante escuela pagana de Yámblico, y le apoyaban otros filósofos líderes de esta escuela, incluyendo a Heladio y Amonio. El historiador cristiano Sócrates Escolástico, que estudió más adelante con estos dos últimos en Atenas, explica que a menudo ellos se jactaban de su papel en los asesinatos y torturas del Serapeum, con Heladio asegurando que él personalmente mató a 9 cristianos. Entre las víctimas cuyos cuerpos se encontraron luego en el templo estaba el estimado retórico y estudioso cristiano Gesio, que fue – según un poema burlesco posterior de Palladas – torturado sin comer, crucificado, posiblemente le rompieron las rodillas y luego arrojado a un foso. Es curioso que Nixey no mencione nada de esta violencia y de quién la perpetró”.
Tampoco el reciente cómic infantil de Hipatia da esos detalles. Hay que tener en cuenta que la escuela yámblica del neoplatonismo tardío era la más dedicada a la “teurgia”, es decir, a los rituales de poder mágico para lograr resultados, y la más proclive a usar la sangre en esos rituales.
Tropas del gobernador rodearon el Serapeum y dejaron salir – bajo protección – a los paganos sublevados. Después, la muchedumbre cristiana entró en el lugar donde los cristianos habían sido torturados y ofrecidos en rituales sangrientos paganos y destruyó el Serapeum.
Pero ¿había libros en el Serapeum?
Muchos autores hablan de ese episodio y ninguno habla de destrucción de libros ni de biblioteca alguna. Sabemos que el cristiano Sofronio escribió de estos acontecimientos en un texto que se ha perdido llamado “De la expulsión de Serapis“, aunque no consta que hablara de libros. También Rufino Tiranio, un cristiano que vivió en Alejandría desde el 372 y murió en el 410: no habla nada de libros quemados ni destruidos en su “Historia Eclesiástica”.
El pagano Eunapio de Antioquía (muerto después del 400 d.C.), en su “Vida de Antonio” (dentro de la serie “Vidas de los Filósofos”) es muy anticristiano, habla de los cristianos tan mal como puede. Sin embargo, cuando menciona la destrucción del Serapeum no habla ni de derramamiento de sangre ni de libros.
También Sócrates Escolástico, Hermias Sozomeno (el que ya hemos citado), Teodoreto y Paulo Orosio hablan de la destrucción del Serapeum… pero no de libros ni bibliotecas. Orosio, un amigo de San Agustín que murió en el 415, dice en su “Historia de los paganos”, que en algunos casos había “cofres de libros en los templos”, y que “me dicen que cuando estos templos fueron saqueados nuestros hombres se los llevaron”. Es el único testimonio -cristiano o pagano – que habla de libros… y lo que dice es que hubo libros paganos que los cristianos guardaron, no que quemaron ni destruyeron. En cualquier caso, no se refiere a ninguna “biblioteca del Serapeum” ni a ninguna “biblioteca de Alejandría”. Hay un texto de décadas antes, del pagano anticristiano Amiano Marcelino, que ya hablaba de la biblioteca de Alejandría en pasado, como algo que ya no existía, sin acusar a los cristianos.
Así, la quema de libros y bibliotecas que sale en la película “Ágora” de Amenábar, la quema de biblioteca a la que alude Carl Sagan en la serie de TV “Cosmos”, la escena de este cómic infantil sobre Hipatia lamentando la quema de libros… no tiene base histórica. Cuando los cristianos destruyen el Serapeum – escenario de torturas y rituales sangrientos – no hay pruebas de que queden libros. En la época de Hipatia, no hay pruebas de ninguna biblioteca.
[Más datos sobre el caso histórico de Hipatia y la película de propaganda anticristiana de Amenábar aquí en Religión en libertad; sobre la película Ágora y sus fallos históricos detallados, este blog]
¿Cuántas bibliotecas antiguas destruyeron los cristianos?
¿Destruyeron los cristianos del siglo IV y V muchas bibliotecas de paganos? ¿Quemaron muchos libros de poesía griega antigua, de filosofía, de matemáticas? Los historiadores dicen que no, que sólo se conoce un caso de destrucción de biblioteca y es bastante particular e incluso dudoso: la biblioteca de Adriano en Siria.
Según James Hannam, especialista inglés en Historia de la Ciencia, doctor por la Universidad de Cambridge, “no afirmo haber analizado todas y cada una de las fuentes antiguas, pero sí una buena parte y sólo he localizado un ejemplo de destrucción deliberada de un biblioteca completa registrada por un cronista”.
Hannam, autor del libro sobre ciencia medieval God’s Philosophers, recoge un pasaje de la gran enciclopedia bizantina Suda, que habla del emperador Joviano, que afirma que, en Antioquía (Siria): “El emperador Adriano (117-138 d.C.) había construido un hermoso templo para adorar a su padre Trajano, que, por órdenes del emperador Juliano [el Apóstata], emperador del 361 al 363 d.C., el eunuco Teófilo había convertido en una biblioteca. Joviano [emperador del 363 al 364], por insistencia de su mujer, quemó el templo con todos los libros en él, con sus concubinas riendo y prendiendo el fuego”.
Este texto (tardío, escrito entre el siglo VI y X) es el único párrafo conocido de fuente antigua que describa a algún cristiano destruyendo una biblioteca. Y es, además de tardío, dudoso, porque el historiador pagano Amiano Marcelino, que fue contemporáneo a los hechos y estuvo con el emperador Joviano en Antioquía, no dice nada sobre bibliotecas quemadas en la ciudad (ni tampoco sobre bibliotecas en pie), cuando en sus textos protesta a menudo cuando se cerraban (nunca quemaban o destruían) bibliotecas en otras ciudades. Tampoco el gran orador pagano Libanio, que vivió en Antioquía en esa época y del que conservamos muchísimos textos (¡más de 1.500 cartas!), dice nada de una quema o destrucción de una biblioteca. De hecho, no hay ningún rastro en los textos que nos han llegado de que Adriano construyera ese templo a Trajano en Antioquía.
Por eso concluye Hannam como especialista en Historia de la Ciencia: “Si supiéramos que la quema de bibliotecas era el tipo de cosa que Joviano u otros cristianos hacían, podría haber causa para creer que pasó aquí. Como es el único ejemplo, no podemos aceptarlo solo para reforzar nuestros prejuicios. Y aun así es el único registro de una librería destruida deliberadamente por cristianos que he podido encontrar en las fuentes. Los anticristianos con hacha trituradora deberían usar este caso, en vez del de Alejandría. Más aún, este caso demuestra que a los escritores cristianos no les molestaba dejar constancia de un hecho así, ni repetirlo de otras fuentes. Contrariamente a las alegaciones de muchos escépticos, los escribas cristianos no se esforzaron en censurar esta fechoría de Joviano aunque fuera un emperador cristiano”.
CONCLUSIONES
¿Qué pasó con la famosa biblioteca de Alejandría? No lo sabemos: después de la quema de libros durante las luchas de César en el s. I a.C., lo que quedara de la biblioteca de Alejandría desapareció en infinitos saqueos y alborotos, muchos a cargo de paganos (Aureliano, Caracalla, Diocleciano…). En época cristiana ya no había biblioteca en Alejandría, parece.
No hay pruebas de que hubiese libros en el Serapeum en su destrucción del 391. No hay textos que recojan destrucciones de bibliotecas antiguas a cargo de cristianos. Tampoco hay restos arqueológicos que lo apoyen. (Y, ya de paso, tampoco destruyeron casi templos paganos, como se atesta). Hay un caso dudoso, el de Joviano destruyendo el templo-biblioteca de Antioquía en el 363, lugar que quizá no existió y que solo se menciona en una fuente. Sirve para demostrar que, de haberse dado destrucciones de bibliotecas, los cronistas cristianos las habrían registrado.
Los cristianos no destruían libros paganos: las guerras, los bárbaros, los incendios fortuitos y la falta de transmisión escrita en tiempos que copiar un texto costaba mucho tiempo y dinero se encargaron de ello. Los cómics, libros y películas con cristianos quemando libros y paganos clásicos lamentándolo no tienen base histórica: son propaganda anticristiana moderna.
“Tres cosas teme mi corazón, y una cuarta me da miedo: calumnia en la ciudad, motín popular y falsa acusación: todo ello es peor que la muerte” [Eclesiástico, cap.26,5]